Índice.
Introducción.
1. El estilo literario.
2. Origen semita y ario.
3. Simetrías.
3.1. Bien contra mal.
3.2. Dualidad sexual.
4. Numerología.
5. Normas de alimentación natural.
6. Normas de medicina natural.
7. Normas morales y religiosas.
8. Otras enseñanzas.
El texto analizado aquí («Evangelio esenio de la paz (extractos)») está en la entrada anterior, por lo que conviene haberlo leído previamente antes de leer lo siguiente:
Un estilo literario arcaico, habitual en los textos antiguos y en concreto, cristianos. Hay una frase que se repite mucho: «Pues en verdad os digo…».
La palabra «verdad» que se incluye en la frase sirve para transmitir veracidad con autoridad a los discípulos, para convencerlos de una manera más eficaz de lo que dice.
Esta repetición continua me recuerda a «La Ilíada» y sus constantes repeticiones de los atributos de los héroes protagonistas de la narración.
2. Origen semita y ario.
El ambiente en el que se desarrolla la narración transcurre entre los judíos de la secta esenia, por lo que aparecen frecuentes elementos judíos.
«Moisés, el más grande de Israel».
«Aquel cuyos pies son fuertes como la montaña de Sión, no necesita muletas».
«Como hicieron vuestros antepasados cuando partieron de Egipto, la morada de la esclavitud».
«La mesa de Dios alimentó a Matusalén».
«los escribas y los fariseos han hecho cien veces diez mandamientos»
“Maestro, apiádate de mí, pues nunca ha sufrido ningún hombre, ni siquiera desde el principio del mundo, como yo sufro» (victimismo judío).
Pero se desvincula de ello en buena parte, llamando muerto a la herencia cultural:
«No busquéis la ley en vuestras escrituras, pues la ley es la vida, mientras que lo escrito está muerto».
La narración y el fundamento ideológico religioso y espiritual de la narración tiene clara influencia aria además de semita. En concreto, indoaria. Es como si este texto procediera de la India y hubiera pasado por el tamiz judío, o como si el yoga y este texto tuvieran un origen común:
- El Jesús que aparece aquí no es sólo un maestro espiritual, sino también un médico naturista. Es un maestro integral, de cuerpo y espíritu, igual que los yoguis de la India con sus discípulos enseñando normas morales y de alimentación.
- La importancia de la respiración, como en el yoga: «Respirad entonces larga y profundamente».
- Las recomendaciones dietéticas y los métodos de limpieza interna del cuerpo son los del yoga. Por ejemplo, este me ha llamado la atención: «Renovad vuestro bautismo con agua todos los días durante vuestro ayuno, hasta el día en que veáis que el agua que expulsáis es tan pura como la espuma del río«.
- En este texto, cuerpo y mente están unidos de una manera inseparable, y así las enseñanzas sobre el cuerpo y sobre la moral están integradas: «El cuerpo es el templo del espíritu, y el espíritu es el templo de Dios». «Y todo cuanto mata vuestros cuerpos también mata vuestras almas». «Vuestro cuerpo respira el aire de la Madre Terrenal, y vuestro espíritu respira la verdad del Padre Celestial». «Vuestro cuerpo se baña en el río de la vida terrenal y vuestro espíritu se baña en el río de la vida eterna». Esta unión cuerpo-mente es la misma que la del hinduísmo, y la misma a la que se refiere la cita latina de Juvenal: «Mens sana in corpore sano».
El texto tiene muestras de la mentalidad semita del pecado heredado para infundir temor:
«Pues yo el Señor tu Dios soy un Dios fuerte y celoso, castigando la iniquidad de los padres sobre sus hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos quienes me odian, y mostrando misericordia hacia los millares de aquellos que me aman y cumplen mis mandamientos».
«Satán no os perdona nada y debéis pagarle todo. Ojo por ojo, diente por diente, …»
Lo cual se contradice, por cierto, con la enseñanza general presente en este mismo texto de que quien no se aparte de Dios ni de la naturaleza tendrá su recompensa en la salud y la vida. Así, parece que el texto tiene influencias de varios orígenes, de varias fuentes, semita y aria, que en algún caso, como este, chocan entre sí, contradiciéndose. Pero este conflicto, esta contradicción no alteran el mensaje.
La Madre Terrenal une al hombre con la tierra y la naturaleza. Esto parece de inspiración pagana y no judeocristiana, religiones en las que la naturaleza está al servicio del hombre y no al revés. Las referencias a los 4 elementos básicos representados por ángeles (aire, tierra, agua y luz del Sol), los cuales pertenecen a la Madre Terrenal (la naturaleza), refuerzan también la unión y pertenencia del ser humano con la naturaleza. Por ejemplo, nada más empezar dice:
«En verdad os digo que sois uno con la Madre Terrenal; ella está en vosotros y vosotros en ella».
La estrategia del texto, en boca de Jesús, es primero acusar de pecadores a sus discípulos, diciéndoles que es su responsabilidad padecer enfermedades y dolores, («Vosotros no entendéis las palabras de la vida, porque estáis en la muerte»), para a continuación, cuando estos le piden que explique las leyes de la vida, pasar a contar las normas de alimentación, salud y moral.
El principio general es: «La ley es la vida, mientras que lo escrito está muerto». Es decir, hay que observar el mundo real, la naturaleza y su funcionamiento, para deducir qué debemos comer y cómo debemos comportarnos para estar sanos.
El texto emplea un lenguaje simbólico en el que contrapone continuamente dualidades relacionadas entre sí: Bien contra mal, Dios contra Satán, etc. A veces, esas dualidades no se contraponen, sino que se complementan: Padre Celestial con Madre Terrenal.
Va asociando paso a paso cosas con el mal y con el bien. Por ejemplo, nada más empezar, asocia la muerte con la oscuridad:
«Vosotros no entendéis las palabras de la vida, porque estáis en la muerte. La oscuridad oscurece vuestros ojos».
Veámoslo más a fondo:
3.1. Bien contra mal.
Dios es el bien, la salud, la vida y no ir contra la naturaleza. Satán es el mal, la enfermedad, la muerte e ir contra la naturaleza. La enfermedad, tanto física como moral, se adquiere al alejarse de la naturaleza, y la salud se recupera volviendo a ella:
«Y quien abraza a las leyes de su madre, a él abrazará su madre también. Ella curará todas sus plagas y él nunca enfermará. Ella le dará larga vida y le protegerá de todo mal».
Y esto es así porque el ser humano pertenece a la naturaleza: «Sois uno con la Madre Terrenal».
Dios = salud y vida: «Dios es el dios de lo vivo y no el dios de lo muerto».
Dios = bien: «Solamente en el servicio de vuestro Padre Celestial son vuestras deudas de siete años perdonadas en siete días» (la mala alimentación de 7 años corregida con un ayuno de 7 días).
Satán = enfermedad y muerte: «Para que se lleve de su interior todas las cosas sucias y fétidas de Satán». «A no ser que ayunéis, nunca os libraréis del poder de Satán ni de todas las enfermedades que de Satán vienen».
Satán = mal: «Satán no os perdona nada y debéis pagarle todo. Ojo por ojo, diente por diente, …»
Satán = parásitos intestinales:
«Y los demonios abandonaron sus intestinos en forma de numerosos gusanos que se retorcían en el lodo de sus inmundicias internas».
«Satán abandonará inmediatamente tu cuerpo, ya que lleva tres días sin comer y no halla alimento alguno dentro de ti».
«Vieron todos con asombro y terror cómo surgía Satán de su boca en forma de un gusano abominable, en busca de la leche humeante».
«Y los demás miraban con terror el abominable cuerpo de Satán».
El pecado no es sólo moral, sino también ir contra el cuerpo con una mala alimentación:
«Que el ángel del agua os bautice también por dentro, para que os liberéis de todos vuestros antiguos pecados».
«No peques más, no vaya a retornar otra vez Satán a tu cuerpo» (no comas carne de cerdo no te vayas a contagiar de tenia otra vez).
«La mesa de Satán, donde el fuego de los pecados, de las enfermedades y de la muerte corromperá vuestros cuerpos”.
Pecado = muerte: «Pues el coste del pecado es la muerte».
Calor del Sol = fuego de la vida = bien:
«Y el mismo Sol que, con el fuego de la vida, hizo que el trigo creciese y madurase, debe cocer vuestro pan con el mismo fuego. Pues el fuego del Sol da vida al trigo, al pan y al cuerpo».
Fuego = fuego de la muerte = mal:
«Vivid sólo del fuego de la vida, y no preparéis vuestros alimentos con el fuego de la muerte, que mata vuestros alimentos, vuestros cuerpos y también vuestras almas”. «Maestro, ¿dónde se halla el fuego de la vida?”, preguntaron algunos de ellos. “En vosotros, en vuestra sangre y en vuestros cuerpos». «¿Y el fuego de la muerte”, preguntaron otros. “Es el fuego que arde fuera de vuestro cuerpo, que es más caliente que vuestra sangre».
Elementos naturales (aire fresco, agua y luz) = bien; limpieza = bien:
«Buscad el aire fresco del bosque y de los campos».
«Tan puros como la espuma del río jugueteando a la luz del Sol».
Oscuridad = mal; suciedad = mal:
«La oscuridad oscurece vuestros ojos».
«Todas estas cosas vienen del reino de la oscuridad y del Señor de todos los males».
«Y así saldrá de vosotros toda cosa sucia y fétida, del mismo modo que la oscuridad de la noche se disipa ante la luminosidad del Sol naciente».
«Muchos lanzaban fétidos pedos de sus intestinos, semejantes al aliento de los demonios».
También se asocia el bien con la sencillez y la cercanía a Dios, y la maldad con la complejidad y el alejamiento de Dios:
«Pues cuanto más cercanos a Dios están los mandamientos, menos necesitamos, y cuanto más lejanos se hallan de Dios, más necesitamos entonces».
Los 10 mandamientos se descomponen en 7 del hijo del hombre y 3 de los ángeles que se resumen en 1 de Dios. Según se va ascendiendo en la escala de importancia, disminuye la cantidad de mandamientos. Me recuerda el complicado sistema legislativo actual, que tiende a crecer en vez de disminuir, con burocracia y leyes cada vez más absurdas e injustas.
La dualidad bien-mal de Dios contra Satán, se descompone en la parte de dios en dos partes: el Padre Celestial y la Madre Terrenal, formando una dualidad divina del bien. En este evangelio no está presente la Santísima Trinidad, sino una dualidad, que incorpora a la «madre tierra». Y por eso hay que rezarles a ambos, no sólo al Padre Celestial. Toma sorpresa. Hay así, una situación de equivalencia, que no de igualdad, entre ambos:
- La Madre Terrenal está en la tierra: «Madre nuestra que estás en la tierra». De ella procede la vida y el ciclo de la vida: «De ella nacísteis, en ella vivís y a ella de nuevo retornaréis». A la Madre Terrenal le pertenece la tierra, el cuerpo y la salud : «Tuya es la tierra, el cuerpo y la salud». Se asocia con el cuerpo y el amor: «Para que vuestro cuerpo se vuelva tan perfecto como el cuerpo de vuestra Madre Terrenal». «Vuestra madre os ama, incluso cuando le dáis la espalda».
- El Padre Celestial está en el cielo: «Padre nuestro que estás en los cielos». De él procede la sabiduría («La sabiduría y el poder solamente pueden provenir del amor a Dios»). Al Padre Celestial le pertenece el reino, el poder y la gloria: «Tuyo es el reino, el poder y la gloria». Se asocia con el espíritu, la sabiduría y la verdad: «Para que vuestra alma se vuelva tan perfecta como el santo espíritu de vuestro Padre Celestial». «Vuestro espíritu respira la verdad del Padre Celestial».
Esta dualidad divina sexuada, en donde uno es el padre y la otra es la madre, es una clara asociación con la separación de sexos de los mamíferos y de la especie humana. Así, las funciones distintas, separadas y complementarias del Padre Celestial y de la Madre Terrenal, muestra la separación de sexos y de funciones para cada sexo en la sabiduría tradicional para las personas: El hombre se encarga de ejercer el gobierno, como poseedor de las dos funciones necesarias para ello (sabiduría y poder), mientras que la mujer se encarga de parir y de proteger a sus hijos:
«Así como la gallina protege a sus polluelos, como la leona a sus cachorros, como la madre a su recién nacido, así protege la Madre Terrenal al hijo del hombre de todo peligro y de todo mal».
El número 2 expresa la dualidad divina: Padre Celestial y Madre Terrenal.
El número 4 es una doble dualidad (2+2): La protección de la Madre Terrenal se descompone en cuatro ángeles («Los ángeles del aire, del agua y de la luz del Sol son hermanos. Son hijos indivisibles de la Madre Terrenal»):
- El ángel de la luz del Sol («sagrado es el ángel de la luz del Sol»).
- El ángel del agua («sagrado es el ángel del agua»).
- El ángel del aire («sagrado es el ángel del aire»).
- El ángel de la tierra («el sanador de los huesos»).
La doble dualidad del 4 es la dualidad del suelo (tierra + agua) unida a la del aire (aire + luz del Sol). Y evidentemente, estos cuatro ángeles representan los cuatro elementos de la naturaleza. Son las cuatro raíces del pensador griego Empédocles (renombrado «elementos» por Aristóteles): fuego, aire, tierra y agua, que según él eran los componentes de todas las cosas del mundo. En cambio, en la antigua India y en la antigua China los elementos fundamentales eran cinco. Por tanto, este número cuatro es no sólo ario, sino europeo. No aparecen aquí más ángeles que estos 4.
La numerología de los números impares contenida en la cantidad de leyes morales ordenadas jerárquicamente de menor cantidad (más cercanía a dios) a mayor (más lejanía). Para números más grandes, el número 10 y sus potencias de 10:
- «una la de Dios».
- «tres las de los ángeles».
- «siete las leyes del hijo del hombre».
- «Dios dio, a través de Moisés, diez mandamientos a vuestros antepasados».
- «Moisés […] les dio en su lugar diez veces diez».
- «los escribas y los fariseos han hecho cien veces diez mandamientos».
La numerología del número 7 es en general muy habitual en la Biblia:
«Solamente en el servicio de vuestro Padre Celestial son vuestras deudas de siete años perdonadas en siete días»
5. Normas de alimentación natural.
Este texto choca mucho con la mentalidad moderna propia de la vida artificial de la gente occidental de hoy en día. Contiene y predica conocimientos de alimentación y medicina naturista que son auténtica sabiduría tradicional ya conocida hace dos mil años o más atrás en el tiempo, resultado de la experiencia acumulada hasta esa época, y que los médicos naturistas de hoy en día siguen predicando. Lo que dijo Hipócrates: «Sólo cura la naturaleza».
Para empezar, al principio del texto Jesús condena:
«la glotonería, la borrachera, una vida desenfrenada, la lujuria, la búsqueda de la riqueza, el odio a vuestros enemigos».
Veamos primero las normas dietéticas:
- No comer carne: «No comeréis la carne, ni la sangre que la aviva». «Quien come la carne de animales muertos come del cuerpo de la muerte». «La carne de los animales muertos en su cuerpo se convertirá en su propia tumba». «Cada gota de su sangre se mezcla con la suya y la envenena; su respiración es un hedor; su carne se llena de forúnculos; sus huesos se convierten en yeso; sus intestinos se llenan de descomposición; sus ojos se llenan de costras; y sus oídos de ceras» (la toxicidad de la carne). «No peques más, no vaya a retornar otra vez Satán a tu cuerpo» (no comer carne de cerdo).
- Alimentación lacto-vegetariana: «Comed, pues, siempre de la mesa de Dios: los frutos de los árboles, el grano y las hierbas del campo, la leche de los animales, y la miel de las abejas».
- Comer la comida cruda: Ya se sabía entonces que la cocción y la fritura contribuye a destruir sustancias nutritivas (como vitaminas, aunque no se hubieran descubierto aún) y a alterar los alimentos de su estado natural: «No comáis nada que el fuego, el hielo o el agua haya destruido». «Si coméis alimento vivo, él mismo os vivificará; pero si matáis vuestro alimento, la comida muerta os matará también. Pues la vida viene sólo de la vida, y de la muerte viene siempre la muerte. Porque todo cuanto mata vuestros alimentos, mata también a vuestros cuerpos». «El mismo fuego destruye vuestro alimento».
- Comer pan esenio (pan germinado, «vivo»).
- No mezclar muchos alimentos distintos: Ahora se sabe (y en esa época también) que aunque sean sanos, pueden producirse incompatibilidades alimentarias: «Ni mezcléis todas las cosas unas con otras, o vuestros intestinos se convertirán en ciénagas humeantes». «Contentaos con dos o tres tipos de alimento». «Si mezcláis en vuestro cuerpo todo tipo de alimentos, entonces cesará la paz en vuestro cuerpo y se desatará en vosotros una guerra interminable».
- No ser ansioso al comer: «Y no deseéis devorar todo cuanto veáis en derredor vuestro».
- No comer hasta hartarse: “Y cuando comáis, no comáis hasta no poder más. Huid de las tentaciones de Satán y escuchad la voz de los ángeles de Dios. Pues Satán y su poder os tentarán siempre a que comáis más y más».
- Comer dos veces al día, al mediodía y al anochecer. Y si se puede, sólo una vez al día: «Quien come más de dos veces diarias hace en él la obra de Satán. Y los ángeles de Dios abandonan su cuerpo y pronto toma Satán posesión de él». «Comed tan sólo cuando el sol esté en lo más alto de los cielos, y de nuevo cuando se ponga. Y nunca conoceréis enfermedad, pues ello halla aprobación a los ojos del Señor». «Y si deseáis que los ángeles se complazcan en vuestro cuerpo y que Satán os evite de lejos, sentaos entonces sólo una vez al día a la mesa de Dios». Hoy en día se sabe que esto sirve para que el cuerpo descanse de hacer la digestión y se dedique a tareas de reparación.
6. Normas de medicina natural.
- Ayunar y rezar: Al ayunar el cuerpo dedica todos sus esfuerzos no a procesar comida, sino a eliminar las toxinas acumuladas a lo largo del tiempo. Al eliminar las toxinas, vuelve la salud al cuerpo, porque se acaba la intoxicación y porque el cuerpo limpio puede combatir mejor los microbios que puedan causar alguna enfermedad, e impedir que estos encuentren el ambiente adecuado para asentarse en el cuerpo. Rezar es para el espíritu, y también, para aguantar mejor el hambre, digo yo. El ayuno produce una crisis de desintoxicación, en la que el cuerpo elimina las toxinas acumuladas por todas las vías de eliminación: piel, orina, ano, ojos, etc., y que hace creer a los inexperimentados que el individuo está empeorando, cuando en realidad es lo contrario, el cuerpo se está limpiando por dentro: «A no ser que ayunéis, nunca os libraréis del poder de Satán ni de todas las enfermedades que de Satán vienen».
- Higiene exterior y sobre todo interior: Lavativas intestinales («bautismo sagrado por el ángel del agua»). El intestino es el lugar desde el que se irradia la salud o la enfermedad al cuerpo: «La inmundicia interna es, con mucho, mayor que la externa. Y quien se limpia por fuera permaneciendo sucio en su interior, es como las tumbas bellamente pintadas por fuera, pero llenas por dentro de todo tipo de inmundicias y de abominaciones horribles». «Y veréis con vuestros ojos y oleréis con vuestra nariz todas las abominaciones e inmundicias que mancillaban el templo de vuestro cuerpo; igual que todos los pecados que residían en vuestro cuerpo, atormentándoos con todo tipo de dolores». «Este bautismo sagrado por el ángel del agua es el renacimiento a la nueva vida» (librarse de la enfermedad). «No pequéis más, por tanto, después de vuestro bautismo» (alimentaos bien). El texto describe la crisis de desintoxicación: «El aliento de algunos se volvió tan fétido como el olor que sueltan los intestinos, y a algunos les fluían babas y de sus partes internas surgió un vómito maloliente y sucio. Todas estas inmundicias salieron por sus bocas. En algunos por la nariz, y en otros por los ojos y los oídos».
- Impregnarse de la naturaleza: Respirar aire puro («Buscad el aire fresco del bosque y de los campos»), tomar el sol («dejad que el ángel de la luz del Sol abrace todo vuestro cuerpo»; «el ángel de la luz del Sol expulsará de vuestro cuerpo toda cosa fétida y sucia que lo mancille por fuera y por dentro»), y bañarse en el río («dejad que el ángel del agua abrace todo vuestro cuerpo»).
- Cataplasmas de arcilla: Para absorber toxinas internas con el barro a través de la piel, por procesos osmóticos: «Hundid vuestros pies en el fango, para que el abrazo del ángel de la tierra extraiga de vuestros huesos toda inmundicia y toda enfermedad».
- Somos lo que comemos y lo que pensamos: «Vuestro cuerpo es lo que coméis, y vuestro espíritu es lo que pensáis».
Igual que el pecado aquí no es sólo moral, sino también ir contra el cuerpo por una mala alimentación, el bautismo no es sólo una herramienta para lavar el pecado espiritual, sino también para lavar el pecado corporal, esto es, las toxinas acumuladas dentro del cuerpo por una mala alimentación:
«Y cuando se bautizaron a sí mismos, el ángel del agua penetró en sus cuerpos, y de ellos salieron todas las abominaciones e inmundicias de sus antiguos pecados».
7. Normas morales y religiosas.
- Amar a Dios y a la naturaleza: «Ama al Señor tu Dios con todo corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas; éste es el primer y más grande mandamiento. Y el segundo es según este: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’. No hay mandamiento más grande que éstos» (frase típica de los evangelios «normales» admitidos por la Iglesia). Pero este texto contiene otras frases más puramente pertenecientes al contenido exclusivo de este texto, que incluye a la Madre Terrenal: «Amad, pues, a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal con todo vuestro corazón y con todo vuestro espíritu. Y servidles para que sus ángeles os sirvan también a vosotros». «Honra a tu Padre Celestial y a tu Madre Terrenal y cumple sus mandamientos».
- No matar: «De una misma madre procede cuanto vive sobre la tierra. Por tanto quien mata, mata a su hermano». «Quien mata se mata a sí mismo». «Demandaré todos los animales asesinados y las almas de todos los hombres asesinados». «No transgredirás, por tanto, la ley si matas al animal salvaje para salvar a tu hermano. Pues en verdad te digo que el hombre es más que el animal. Pero quien mata al animal sin causa alguna, sin que éste le ataque, por el deseo de matar, o por su carne, o porque se oculta, o incluso por sus colmillos, malvada es la acción que comete». «Dios ordenó a vuestros antepasados: ‘No matarás’. Pero su corazón estaba endurecido y mataron. Entonces, Moisés deseó que por lo menos no matasen hombres, y les permitió matar a los animales. Y entonces el corazón de vuestros antepasados se endureció más aún, y mataron a hombres y animales por igual».
- Rezar al Padre Celestial y a la Madre Terrenal: «Y orad todos los días a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal».
- Dios es más poderoso que Satán: «La ira de Satán es impotente contra los ángeles de Dios». «Descendió sobre ellos (los gusanos, parásitos intestinales) el poder del ángel de la luz del Sol, y allí perecieron en sus desesperadas convulsiones, pisoteados bajo los pies del ángel de la luz del Sol». «La sabiduría, el amor y el poder de Dios están por encima de todo». Es Dios quien da la fuerza: «Porque el espíritu santo de Dios hace más poderoso al más débil que al más fuerte». «La sabiduría y el poder solamente pueden provenir del amor a Dios».
- El valor de la unión es la base de la paz: «Y se aniquilará vuestro cuerpo como los hogares y los reinos que, divididos entre sí, aseguran su propia destrucción. Pues vuestro Dios es el Dios de la paz, y nunca ayuda a la división».
- Cuántas más leyes, peor: La cantidad de leyes morales disminuye cuanto más cerca está de dios (perfección) y aumenta cuanto más se aleja de dios (imperfección), luego cuantas más normas, peor («…cuanto más cercanos a Dios están los mandamientos, menos necesitamos, y cuanto más lejanos se hallan de Dios, más necesitamos»):
- «una la de Dios».
- «tres las de los ángeles».
- «siete las leyes del hijo del hombre».
- «diez mandamientos a vuestros antepasados».
- «Moisés […] les dio en su lugar diez veces diez».
- «los escribas y los fariseos han hecho cien veces diez mandamientos». «Y han puesto insoportables cargas sobre vuestros hombros, que ni ellos mismos sobrellevan».
8. Otras enseñanzas.
- Cómo expulsar una tenia del cuerpo.
- Cómo elaborar pan esenio.
Artículo relacionado: Evangelio esenio de la paz (extractos).
Tu interés por la alimentación es notable, ahora hasta analizas textos milenarios !!!
Tengo que leerlo con tiempo, son dos artículos realmente grandes.
Siendo un texto esenio el que citas ¿No estará hablando en vez del Jesús Histórico del Maestro de Justicia que vivió casi un siglo antes?
http://es.wikipedia.org/wiki/Maestro_de_justicia
Lo digo muy rápidamente, no soy especialista pero algo sobre el tema he leído. En wikipedia he encontrado esto:
Administraban la interpretación última de la Ley que había sido revelada a su fundador, a quien se hace referencia en sus escritos como el Maestro de justicia. Este personaje, del que se especula más gracias a los manuscritos del Mar Muerto, actuó hacia el 150 a. C. y se habría opuesto al Sumo Sacerdote Jonatán, hermano de Judas Macabeo, al considerar que había abandonado la fidelidad a Dios. Sus seguidores marcharon a Qumrán, sitio que los integrantes de la comunidad llamaron Damasco. La arqueología muestra que la ocupación de Qumrán fue intensa del 103 al 76 a. C., durante los reinados de Aristóbulo I y Alejandro Janeo, quienes persiguieron cruelmente a sus opositores.
Esta bastante claro que la datación de los textos y el fijar la fechas de los acontecimientos es un trabajo muy delicado y especializado por lo que se ha de tener mucho cuidado con las interpretaciones a personajes históricos que se desprenden. El Jesús Histórico no fue único, hubo muchos más que han sido olvidados por la historia y el triunfo del cristianismo en el Imperio Romano. Esta muy claro que algunas cosas del evangelio cristiano no son atribuibles en exclusiva al Jesús Histórico sino que vienen de un lugar y una época histórica concreta que se extiende como poco desde los Reyes Sacerdotes Macabeos hasta la destrucción del Segundo Templo por el Emperador romano Tito.
Interesante información, pero hace falta ser un especialista en esa época histórica para sacar alguna conclusión más o menos acertada sobre quién era el Jesús del texto, y ni así, debido a las lagunas existentes en el conocimiento de esa época.
En el texto le llaman Jesús e hijo de dios, y hay muchas cosas comunes con los evangelios típicos, pero otras difieren y le hacen parecer como un texto mezclado procedente de diversas fuentes, y será eso lo que motivó no ser reconocido por la Iglesia.
A mí lo que me interesa es el contenido que transmite el texto, el conocimiento o mejor dicho, sabiduría tradicional apegada a la vida natural. Y me llamó mucho la atención cuando lo descubrí que concuerda con lo que los médicos naturistas recomiendan.
Desde luego, yo estoy muy alejado de cumplir con esos hábitos de vida y alimentación (que pienso son acertados), y seguro que cualquiera que llegue aquí estará en la misma situación. Pero qué menos que conocer la información, para estimular la reflexión en el lector, y para que, aunque no se aplique, por lo menos no se tienda más a hacer lo contrario (llevar una vida artificial), y también, poder aplicar algunas ideas, según la fuerza de voluntad y posibilidades de cada cual.
Por cierto, recomiendo leer el texto, porque aunque sea largo y eso seguro que disuade de leerlo, resulta luego muy entretenido, una vez que se ha pasado el principio, con un estilo descriptivo-literario muy bien hecho.
Sobre todo si se lee con intención crítica, con la intención de compararlo con lo que uno sabe y con lo que uno hace, reflexionando si lo que dice es razonable y de sentido común o si no lo es, y porqué sí o porqué no.
He leído mucha literatura antigua por una necesidad espiritual, desde los apócrifos hasta los libros sagrados de la india, las enseñanzas Hopi y códigos mayas, cuando leí el Evangelio Esenio de la Paz todo fue mas claro para mi. Este documento hizo el puente entre la física cuántica que tanto me apasiona y la escritura sagrada antigua y con toda seguridad puedo decir, TODO TIENE UN ORIGEN ESPIRITUAL. Muchas Gracias por el análisis.
En mi opinion me da alegria haber conocido este texto, hay muchas cosas en las que estoy totalmente de acuerdo (hay otras que me generan intranquilidad, como el tema de la madre tierra, ya que Dios es solo uno, pero también creo en la existencia de los angeles), de hecho este libro ha permitido efectuar muchos cambios en mi vida principalmente alimenticios, generando inconvenientes familiares, estoy leyendo la Sagrada biblia para no salirme del mismo contexto. Definitivamente pienso que es un excelente libro y que vale mucho la pena leerlo junto con otros libros no publicados en la Sagrada biblia como el libro de Enoc, que a mi modo de ver a sido oculto de manera premeditada para mantenernos en la ignorancia.
Hola, alguien sabe el origen, es decir yo he visto los títulos de los libros de Qumran, y no vi el evanelio de los esenios o algo así, luego un historiador que se llama Antonio Piñero, me dijo que ese evangelio «es apocrifo y totalmente falso, ni caso» palabras textuales suyas o de alguien que escribe por el, aunque díria que es el que responde a su email. Luego me queda la hipotesis personal de que alguien muy bien intencionado lo ha redactado para el bien común, pues creo que es el manuscrito que he leído con más luz para el ser humano que se haya escrito «en mi propio criterio, pero viendo que no encuentro su origen en google, eso es lo que puedo decir sobre el despúes de haberlo escuchado en youtube.
Añado que desde hace unos meses estoy comiendo vegetariano y ya casi no tomo lacteos y es una buena decisión, al tanto que le pido a D-os que me devuelva al Eden. 🙂
Un saludo.