Hoy es 28 de diciembre, y los periodistas acostumbran a no cumplir con su trabajo como denuncié exactamente hace un año. ¿Qué pasaría si los conductores de autobús, los médicos o los políticos no hicieran su trabajo este día? Pues sería muy grave. Bueno, los políticos hacen eso todo el año…
Yo, como no hago lo que los periodistas, sí voy hoy a escribr de un asunto importante: El grave delito de tener bigote.
Es realmente patético comprobar que en pleno siglo XXI todavía haya gente con bigote. Me parece intolerable. No es de extrañar que cierta gente, cuando critica a Aznar, haga referencia a su bigote. Normal. ¿Acaso los presidentes de los demás países occidentales tienen bigote?. No, ni Bush, ni Blair, ni Putin ni su sucesor, ni la presidenta alemana, Angela Merkel, o los presidentes francés o italiano. Ninguno. Aquí siempre dando la nota. Qué vergüenza.
Yo les entiendo cuando, al hablar de Aznar, decían cosas como:
«Sí, sí, ese, ese, …»
y entonces añadían, subiendo el volumen de la voz a la vez que pronunciaban más despacio, haciendo un comprensible gesto de asco:
«… el del bi-go-ti-to«
Menos mal que ya no tenemos a un presidente con bigote. Uf, qué alivio. Ya sin bigote, ahora las cosas necesariamente tienen que ir a mejor, ¿no?. 😉
Lo que me sorprende es que no se entienda el auténtico motivo de la guerra de Iraq: Sadam Husein, ¡tenía bigote!. Pero ojo, no sólo Sadam Husein, no, sino toooodos los altos mandos del ejército, como se vio claramente por televisión en cierta ocasión en la que estaban todos reunidos. Todavía me entran escalofríos al recordar esas imágenes. No es de extrañar, por tanto, que el pobre Bush no lo pudiera aguantar más, y decidiera poner fin al asunto.
No olvidemos que la peor gentuza siempre tiene bigote:
– Charlie Chaplin.
– Isabel II de Inglaterra.
– El gato Jinks.
Este último caso se merece una explicación aparte. El gato Jinks era un personaje de una serie de televisión de dibujos animados, en la que también participaban los ratones con sombreros y acento mejicano Pixie y Dixie, que algunos de nosotros hemos visto de pequeños. Pues bien, cuando Pixie decía:
«Mira Dixie, ahí está ese gato bigotón«
Lo que en realidad quería decir era:
«Mira Dixie, ahí está ese puto gato asqueroso»
Pero como es una serie dirigida a un público infantil, hay que cuidar el lenguaje y no soltar palabrotas, empleando en su lugar palabras más refinadas. Por eso se usaba tanto ese sinónimo: «bigotón». Ni qué decir que el gato era el malo de la serie. Por algo tenía bigote.
En definitiva, espero que el gobierno haga algo. Que saque alguna ley para prohibir el bigote (especialmente entre las mujeres), o por lo menos, que organice alguna campaña de concienciación, porque esto no puede seguir así.
Bueno, termino ya deseándole feliz año nuevo a la buena gente que se pasa por aquí.
😀
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