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Archive for the ‘Lingüística’ Category

Se hace necesario corregir la POLITIZACIÓN del diccionario de la RAE en algunas definiciones. También hay que reconocer que han mejorado alguna, como la de «fascismo», pero falta mucho por hacer, como voy a mostrar en esta entrada.

Total: 9 palabras. Por orden alfabético: (más…)

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La primera edición de este diccionario fue publicada originalmente el X21-10-2009 con el título «Palabras a incluir en el DRAE», conteniendo originalmente 9 palabras más 11 añadidas en los comentarios por mí y otros comentaristas. Ahora lo amplío con muchas más palabras y con una introducción mejorada. Originalmente tenía una intención medio humorística medio en serio. Ahora más en serio pero sin perder del todo su sentido humorístico.

Es importante reflexionar hasta entender porqué algunas palabras nuevas inventadas por la gente se han popularizado solas sin propaganda mediática, sin intervención periodística. Por ejemplo, palabras como «cani» o «pagafantas» son de uso ya generalizado y han llegado a los medios de comunicación desde la sociedad y no al revés, como suele ser habitual. Y acabarán probablemente en el Diccionario de la RAE. He reconocido tres motivos:

  • Expresividad: Por su sencillez combinada con su fuerza autoexplicativa, que reside en que suelen ser la combinación de dos palabras ya existentes: paga+fantas, paga+pensiones, vaca+burra, etc.
  • Se trata de conceptos reales que necesitaban palabras para referirse a ellos de manera precisa, por lo que, en cuanto alguien las inventó, recibieron gran acogida social y su uso se extendió entre la población.
  • Dichas palabras portan una carga emocional expresada mayoritariamente en sentido denigrante hacia los grupos de gente contra los que se usa, y eso contribuye a su popularización: Asustaviejas, vacaburra, pagafantas.

Todas estas palabras que he recopilado deberían estar con todo merecimiento en el DRAE, como algunas parecidas que están ya incluídas, como «borrego», «chupóptero», o «meapilas», mientras que algunas otras, como «intelectualoide» o «sociopolítica», van a ser incluídas en la próxima edición del diccionario, la 23ª. Pero todavía faltan muchas importantes y necesarias.

Casi todas las que recojo aquí tienen significado sociopolítico, y casi todas son contracciones, uniendo dos palabras ya existentes, al estilo de «meapilas» (mear + pilas) o «malhablado» (mal + hablado).

He quitado dos palabras que estaban incluídas en la primera edición del diccionario: «deaquídemadrid» (por ser una tontería) e «hiprogresía» (por no usarse y ser de difícil pronunciación por lo que no preveo que tenga éxito).

Hay ya un total de unos 58 conceptos aproximadamente expresados con un total de 75 palabras. Por ejemplo, xenomanía y xenomaníaco son dos palabras distintas, una sustantivo y la otra adjetivo, pero referidas a un mismo concepto. Por orden alfabético: (más…)

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Llamar al idioma español «castellano» es una manipulación del lenguaje, y siempre que se manipula el lenguaje, la intención es manipular la mente, en este caso, con una clara intención sociopolítica al servicio de los separatismos locales. El objetivo de llamarlo «castellano» tiene un doble efecto maléfico: Quitarle importancia y hacerlo ver como un idioma extranjero en las regiones separatistas.

  • Quitarle importancia: «Castellano» significa «perteneciente o relativo a Castilla». Al llamarlo castellano, introducen en la mente la idea de que es un idioma regional. Al reducir el ámbito geográfico del idioma, le reducen también mentalmente su importancia, bajándolo de la categoría real que le pertenece, que es ser el idioma de toda España (en realidad, de muchos más países) a un idioma regional más, como el gallego, el vascuence o el catalán. Como efecto secundario, al reducir la importancia mental del español, los idiomas regionales consiguen equipararse con el idioma español inmerecidamente.
  • Oposición idiomática: El segundo efecto de reducir el idioma español a la categoría de idioma regional es establecer una contraposición entre idiomas regionales. Así, según la propaganda separatista y del régimen (que es la misma), el castellano pertenece a Castilla, mientras que el catalán pertenece a Cataluña, el vascuence a Vasconia, y el gallego a Galicia. Esta correlación de idiomas con regiones implica asignar al español la categoría de idioma forastero, invasor (a esto se une la tergiversación en la enseñanza de la Historia), y por lo tanto, estimula su rechazo por la población de las regiones sobre las que se aplica la propaganda.

Por eso también, el régimen fomentador de la división de España está introduciendo la idea de la existencia de otros idiomas locales, como el «andaluz», (que no es más que una jerga de paletos malhablados), o el «asturiano» (bable), como si acaso lo usaran todos los asturianos, siendo en realidad un idioma fragmentado semiolvidado y sin vocabulario para ser usado en la época moderna. El objetivo es reforzar la idea de que cada región tiene su idioma y que el español es solamente un idioma regional más forastero a todas las regiones excepto la castellana. Por supuesto, con el borreguismo que hay en España estas falsedades calan hondo.

La estrategia de quitar importancia al español se basa en confundir con toda la mala intención, el ámbito geográfico del origen del idioma hace siglos con el ámbito geográfico y su importancia real actual. Por eso combatir el uso de la palabra «castellano» usando la palabra «español» sirve para borrar esa confusión malintencionada, asignándole a los idiomas locales no sólo el ámbito geográfico de origen sino su extensión real actual, que es lo importante, asignándole al español su extensión real: España, no solamente Castilla.

Pero es que además el español no es castellano por otro motivo muy importante: Porque no es un idioma sólo de Castilla. Es un idioma de toda España, que ha evolucionado con el uso que han hecho sus hablantes, no con el uso que han hecho solamente los castellanos.

Por ejemplo, los catalanes, debido a su proximidad con Francia, han introducido en el español galicismos (palabras del francés), como por ejemplo la palabra «garaje», que ahora usamos todos, no sólo los catalanes que hablan español. También hay palabras introducidas por los hablantes de América. Por lo tanto, al ser un idioma formado y evolucionado por el uso que han hecho sus hablantes, le pertenece a esos hablantes, incluyendo a los catalanes, a los americanos, etc. Cuando se intenta hacerlo ver como un idioma extranjero, se le está quitando también a sus hablantes, como los catalanes, una posesión suya, la de un idioma al que han contribuído a formar tal y como es hoy, muy distinto de como era en su origen hace siglos.

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He descubierto un error que estaba cometiendo y que he corregido, y como es un error bastante extendido, he pensado que se merece una entrada.

1. kh = j (inglés, alemán a español).

La combinación de letras en inglés «kh» se traduce en español como «j» (jota), tanto en la escritura como en la pronunciación. Me llama la atención que aparece en nombres no ingleses, en la transcripción al inglés del ruso, árabe, etc., como en los siguientes ejemplos, e incluso en la transcripción del árabe al alemán, que es también un idioma germánico, como el inglés, en el caso del futbolista Khedira. No se me ocurre ahora ningún ejemplo de ninguna palabra genuinamente del inglés que incluya «kh»:

  • Mikhail Khodorkovsky = Mijail Jodorkovsky
  • Khartoum = Jartum (capital de Sudán)
  • Khazaria = Jazaria
  • Khazar = Jázaro
  • Khedira = Jedira

Jazaria

El artículo en el que lo usaba mal transcrito del inglés era «Israel, país falso y criminal», y ya lo he corregido. Ya que estoy, he añadido algunos casos más que se me han ocurrido:

2. ch = k (italiano a español).

La combinación de letras «ch» en italiano se pronuncia en español con el fonema k.

Ejemplo: Giorgio Chiellini (futbolista de la selección italiana).

3. ñ en idiomas latinos.

La ñ en español es equivalente a:

  • «nh» en portugués.
  • «gn» en francés.
  • «ny» en catalán.

De lo que se deduce que la ñ es un avance evolutivo pues simplifica la escritura de dicho fonema usando solamente una letra y no dos. Esto no lo digo yo solamente, pues recuerdo que un académico de la RAE lo dijo hace tiempo, para irritación de cierta gentucilla separatista.

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Mayúsculas en títulos

Hay una gran confusión en español sobre si escribir o no en mayúsculas las iniciales de las palabras en los títulos de obras literarias, artísticas y culturales. En títulos en general. Mucha gente lo hace por influencia del idioma inglés, lo cual es incorrecto y es de esas cosas que me molestan mucho, como el mal uso de la ortografía o de los números ordinales, así que voy a explicar las normas correctas para varios idiomas:

1. Idiomas latinos: Español, francés, italiano, etc.

En los idiomas latinos, los títulos se escriben igual que si no fueran títulos: Todo en minúsculas excepto los nombres propios (antropónimos: nombres de personas; topónimos: nombres geográficos), que se escriben en mayúsculas. Ejemplos de títulos de canciones, cuadros y películas en español:

La rendición de Breda
Entre el cielo y el suelo
Como la cabeza al sombrero
Senderos de traición
Como yo te amo
Memorias de África
Una proposición indecente
El gran Gatsby
El puente sobre el río Kwai

2. Alemán.

En alemán se escribe igual que en los idiomas latinos.

3. Inglés.

En inglés, como siempre, es al revés que el resto. 🙂 (más…)

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Palabras a incluir en el DRAE

En el anterior artículo comentaba palabras vergonzantes incluídas en el diccionario de la Real Academia Española (DRAE). Ahora voy a comentar algunas palabras que no están y deberían estar con todo merecimiento. Alguna palabra, como «sociopolítica» la van a incluir en la próxima edición del diccionario, pero faltan todavía algunas importantes.

En total el diccionario contiene ya 18 términos, 8 originales + 10 aportaciones posteriores en comentarios (5 de qbit y 5 de León Riente). Por orden alfabético:

Abajofirmante.

Ver este comentario de qbit (añadido el L26-04-2010).

Antiraulista.

Ver «raulista».

Bánkster.

Ver este comentario de qbit (añadido el L02-08-2010).

Cani.

Los arduos esfuerzos democráticos por destruir el sistema educativo desde hace décadas han dado sus frutos, y la RAE debería incluir esta palabra que describe a un individuo resultado de la democratización educativa. Una especie de payo agitanado.

DeaquídeMadrid.

Ver este comentario de qbit (añadido el L02-08-2010).

Estepaís.

Ver este comentario de León Riente (añadido el M15-06-2010).

Femilista.

Ver este comentario de León Riente (añadido el J21-10-2009).

Hiprogresía.

(De hipócrita + progresía). Ver este comentario de León Riente (añadido el S30-10-2009).

Oenegeta, oenejeta.

De ONG + jeta = personaje muy abundante hoy en día que trata de vivir a costa de papá Estado sin trabajar cobrando subvenciones divulgando la ideología del régimen, en un comportamiento simbiótico en el que el régimen externaliza parte del mecanismo de propaganda en organizaciones de apariencia privada pero en realidad públicas pues viven del dinero público (las ONG), y a cambio la gentuza que dirige estas organizaciones divulga la propaganda que les han encargado. Ejemplo: Esteban Ibarra.

La palabra fue inventada originalmente por un temido troll de Internet, y se ha ido popularizando. 😉

Pagafantas.

El hombre que cree, ilusamente, que arrastrándose tras una mujer va a conseguir a cambio algún favor sexual, y lo único que consigue es que ella se aproveche de él, teniéndole como chófer particular, chico de los recados, etc.

Palabrostia.

Existe «palabro», que significa «palabra mal dicha o estrambótica», muy adecuada para referirse a las burradas a las que me refería en el artículo anterior. Pero no es suficiente. «Palabrostia» tiene más fuerza expresiva. Así, «fútbol», «bluyín» y «güisqui» serían palabros resultantes de escribir en español ciertas palabras según se pronuncian en inglés, mientras que «cederrón» o «almóndiga» serían palabrostias con todas las de la ley.

Raulista.

Discusiones en torno a futbolistas hay muchas, pero ninguna ha alcanzado la duración e intensidad como la que hay en torno al futbolista del Real Madrid Raúl, por lo que los académicos de la RAE deberían incluir las palabras «raulista» y «antiraulista». Tanto que presumen de adaptarse a la sociedad y a su lenguaje, aquí tienen una ocasión excelente de demostrarlo, y no con aberraciones como «cederrón» o «almóndiga».

Así, millones de personas usarían el vocabulario adecuadamente en la Guerra Civil Madridista (GCM).

Siemprealcista.

Actualmente se puede decir que alguien «está siempre alcista», pero quedaría mejor si ambas palabras se unieran, como en los siguientes ejemplos de uso real y actual:

«La mentalidad hispana con la vivienda es siemprealcista».
«Los analistas bursátiles son siemprealcistas».

Siemprebajista.

Si se incluye «siemprealcista», habría que incluir la palabra simétrica «siemprebajista», aunque en la práctica no existen casi siemprebajistas, pues el animal humano es muy bruto y estrecho de miras, con una mentalidad orientada en la dirección alcista en todo. Pero algún caso excepcional hay que requiere el uso de esta palabra:

«Antonio Sáenz del Castillo es un analista bursátil siemprebajista».

Socialisto.

Ver este comentario de qbit (añadido el J28-10-2009).

Tercermundización, tercermundialización.

Ver este comentario de qbit (añadido el L03-05-2010).

Tontolerante.

Ver este comentario de León Riente (añadido el X28-04-2010), y el siguiente de qbit (J29-04-2010).

Vacaburra.

Ver este comentario de León Riente (añadido el J21-10-2009).

Artículos relacionados:

Etiquetas: diccionario, RAE.

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Palabras vergonzantes en el DRAE

Se me ocurren tres clases de barbaridades que aparecen en el diccionario de la Real Academia Española (DRAE):

  • Extranjerismos innecesarios.
  • Ordinarieces.
  • Gilipolleces propias de los académicos.

La justificación general siempre para incluir una nueva palabra, o mejor dicho, palabro, en el diccionario, es que es de uso común en la población. Esta justificación es aceptable cuando se trata de palabras nuevas incorporadas que vienen del inglés, surgidas por ejemplo por la evolución técnica.

Pero lo que me resulta molesto son los extranjerismos innecesarios que se ponen de moda, y que son inncesarios porque ya hay palabras que dicen lo mismo en español. Pero ¿quién los pone de moda? Pues los paletos de los periodistas, con su jerga artificial y pedante, y luego a la gente se le contagia, por medio del borreguismo lingüístico. El mismo mecanismo de imitación que hace posible que los niños pequeños aprendan a hablar («borreguismo positivo») sigue funcionando de mayores adquiriendo vicios y vulgaridades («borreguismo negativo»).

Es verdad que buena parte del vocabulario actual son palabras deformadas respecto de su origen latino o griego, pero eso no quiere decir que haya que aceptar que se sigan deformando más y más, sino todo lo contrario, pues el vocabulario tiene reglas de formación de palabras (como el significado de prefijos y sufijos y otras cosas) que le dan estructura al idioma, le dan «belleza», y facilitan su aprendizaje por niños y extranjeros, por lo que no está bien violar esas reglas.

Lo que hay que hacer es educar a la gente, no aceptar cualquier barbaridad como válida. Hay otras palabras mucho más legítimas y usadas que no están en el diccionario, y no las incluyen, y luego meten en cambio guarrerías como las siguientes que voy a citar sin que se les caiga la cara de vergüenza (porque si no, no las meterían):

1. Extranjerismos innecesarios.

Hay muchas palabras de origen extranjero que se usan en español innecesariamente, así que sólo mencionaré un ejemplo claro:

Fútbol: Estamos acostumbrados desde hace décadas a esta palabra, pero en realidad es la españolización del inglés «football», que es un anglicismo innecesario, existiendo en español la palabra «balompié». Sólo un club de primera división usa esta palabra en su nombre: Real Betis Balompié. ¡Viva el Betis!.

2. Ordinarieces.

Los canis están de enhorabuena: La RAE se ha plegado a su lenguaje incluyendo la siguiente barbaridad:

Almóndiga: Significa «albóndiga». Cuando me enteré me quedé medio bizco durante un rato. Y no me creo que esa ordinariez sea tan popular como para aceptarla. Es que no conozco a nadie que diga «almóndiga». 😮

3. Gilipolleces de académicos.

Si no teníamos bastante con los periodistas (y los políticos) contagiándoles a la población sus pedanterías, aparecen los mismos académicos de la RAE queriendo hacer lo mismo, poniendo su granito de arena con deseos de protagonismo, inventándose palabros vergonzantes. Los bomberos trabajando de pirómanos, en vez de apagar el fuego. Una palabra vergonzante que la RAE ha admitido en su diccionario, demostrando así que los académicos de la lengua se han vuelto gilipollas, es:

Cederrón: Es la pronunciación de CD-ROM. 😮 Si con «almóndiga» me quedé medio bizco, al conocer esta gilipollez me quedé bizco y sordo de un oído durante un rato. Además la palabrita que se han inventado termina en ene, y no en eme, como debería ser, transcribiendo en letras el acrónimo.

Dedeté: Es la pronunciación de DDT. Habría bastado con incluir en el diccionario DDT, (y lo han hecho), pero no han tenido bastante, y han metido también esta gilipollez.

Espero que no sigan por este camino, porque entonces me voy a encontrar en el diccionario gilipolleces como las siguientes, y va a ser demasiado deprimente:

Adeeseele (ADSL)
Cedé (CD)
Deuvedé (DVD)
Emepetrés (MP3)
Iesebeene (ISBN)
Jotapegé (JPG)
Emepegé (MPG)
Oenegé (ONG)
Pecé (PC)
Pedeá (PDA)
Tedeté (TDT)
Uesebé (USB)

Artículo relacionado: Palabras a incluir en el DRAE.

Etiquetas: palabra, RAE.

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Epónimos (2): Hispanos

La prueba del tercermundismo hispano en ciencias y tecnología (ver este comentario). He recopilado los escasísimos epónimos hispanos que he encontrado. Total: 15 personas con 32 epónimos.

Acosta, síndrome de.

  • Definición: Mal de montaña agudo.
  • Origen: De José de Acosta, (1539-1600), teólogo y misionero jesuita español.

Albarrán, glándulas de.
Albarrán, ley de.
Albarrán, palanca de.
Albarrán, signo de.
Albarrán, prueba de.
Albarrán-Ormond, síndrome de.

  • Definición: Glándulas en la vejiga.
  • Definición: Ley de urología.
  • Definición: Instrumento usado en urología.
  • Definición: Signo de cáncer en la pelvis del riñón.
  • Definición: Una prueba de insuficiencia renal.
  • Definición: Una enfermedad renal.
  • Origen: De Joaquín María Albarrán y Domínguez, (1860-1912), urólogo cubano.

Alfonsíes, tablas.

  • Definición: Tablas astronómicas.
  • Origen: De Alfonso X el Sabio , (1221-1284), rey de Castilla y de León.

Baeza-Yates-Gonnet, algoritmo de.

  • Definición: Algoritmo de búsqueda de cadena de caracteres.
  • Origen: De Ricardo Baeza-Yates, (1961-), informático chileno.

Barraquer, método de.
Barraquer, operación de.

Barraquer, reflejo de.
Barraquer-Simons, síndrome de.

  • Definición: El reflejo de agarrar.
  • Definición: Rara enfermedad infantil caracterizada por la pérdida de grasa subcutánea en la cara y el tronco.
  • Origen: De Luis Barraquer Roviralta, (1855-1928), médico y neurólogo español.

Cajal, célula I de.
Cajal, célula II de.
Cajal-Retzius, células de.

  • Definición: Tipos de células neuronales.
  • Origen: De Santiago Ramón y Cajal, (1852-1934), médico español, premiado con el Nobel de medicina en 1906.

Calleja, islote de.

  • Definición: Acumulación de cierto tipo de células en la circunvolución del hipocampo.
  • Origen: De Julián Calleja Sánchez, (1836-1913), médico y político español.

Capablanca, ajedrez aleatorio de.
Capablanca, ajedrez de.

  • Definición: Variantes al juego del ajedrez con tableros más grandes.
  • Origen: De José Raúl Capablanca y Graupera, (1888-1942), campeón del mundo de ajedrez (1921-1927) cubano.

Cossio, síndrome de.
Cossio-Berconsky, síndrome de.
Cossio-Perianes, operación de.

  • Definición: Enfermedades cardíacas congénitas (las dos primeras) y un tipo de cirugía de corazón (la tercera).
  • Origen: De Pedro Cossio, (1900-1986), cardiólogo argentino.

Hossay, animal de.
Houssay, fenómeno de.

  • Definición: Animal al que se le ha extirpado el páncreas y la hipófisis.
  • Definición: Remisión espontánea de la diabetes mielitus, por lesión o extirpación de la glándula pituitaria anterior.
  • Origen: De Bernardo Alberto Houssay, (1887-1971), fisiólogo argentino, premiado con el Nobel de Medicina en 1947.

Maestre-Kallmann-de Morsier, síndrome de.

Ruy López, apertura.

  • Definición: Apertura de ajedrez.
  • Origen: De Ruy López de Segura, (c. 1540-c. 1580), ajedrecista español, considerado el primer campeón del mundo oficioso.

Talgo.

  • Definición: (Acrónimo de «tren articulado ligero Goicoechea Oriol»). Tipo de tren articulado de muy poco peso, fabricado en diversos modelos.
  • Origen: De Alejandro Goicoechea, (diseñador del tren), y de José Luis Oriol Urigüen, el financiero que apoyó la investigación y su fabricación.

Tapia, síndrome de.

  • Definición: Una variante del síndrome de Jackson-MacKenzie, caracterizado por parálisis de la faringe y laringe en un lado y atrofia de la lengua en el lado opuesto.
  • Origen: De Antonio García Tapia, (1875-1950), otorrinolaringólogo español.

Virasoro, álgebra de.
Virasoro, modos de.
Virasoro, operadores de.
Virasoro, restricciones de.

  • Definición: Álgebra de Lie compleja usada en teoría de cuerdas (y conceptos pertenecientes a dicho álgebra).
  • Origen: De Miguel Ángel Virasoro, (1940-), físico teórico argentino.

Referencias:

Volver al índice de epónimos.

Etiqueta: epónimo.

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Un fallo en el DRAE

El diccionario de la lengua de la Real Academia Española es un diccionario generalista, que cuando se trata de lenguaje científico o técnico muestra en ocasiones debilidades.

Hace no muchos años no incluía los nombres de todos los elementos químicos. Ahora ya sí.

Ahora he encontrado otro defecto. En concreto, una inconsistencia: El diccionario recoge el elemento compositivo «gluco-«, (que significa glucosa), que como se ve en ese enlace, viene del griego γλυκύς (que significa dulce), y por tanto, se incluyen en el diccionario palabras como glucógeno, glucólisis, etc.

Pero no incluye glucoproteína. En cambio sí incluye glicoproteína, de un supuesto elemento compositivo «glico-«. Pero glico- no está incluído en el diccionario. Así, resulta que gluco- está, pero no está glucoproteína, y glico- no está, pero sí está glicoproteína. ¡A ver si se aclaran!.

En inglés se usa el elemento compositivo «glyco», (glycoprotein, glycolisis, …). Seguramente sea la forma más fiel al original griego, pues en inglés no suelen cambiar los préstamos de otros idiomas (a diferencia del español). Y en efecto, observando la forma griega original γλυκύς, parece que se transcribiría al español como glycos, (más o menos), así que la manera más fiel al original debería ser usar el elemento compositivo glico- y no gluco-, como se hace en español. Supongo que el paso del tiempo ha hecho que el elemento compositivo admitido en español sea gluco- y no glico-

El caso es que al final, para algunas palabras, ni glico ni gluco, y otras, de las dos maneras:

  • Glucólisis y glicólisis están ambas en el diccionario.
  • Glucoalcaloide y glicoalcaloide no están.
  • Glicoproteína está, glucoproteína no está, pero:
  • El elemento compositivo gluco- está, mientras que glico- no está.

Hay un servicio de consultas a la RAE, pero está cerrado hasta el lunes 18 por motivos organizativos, así que mañana les escribiré, usando el formulario al efecto, a ver qué me contestan.

Etiqueta: Real Academia Española.

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El Proto-Indo-Europeo (PIE) es un idioma reconstruído que se cree fue hablado entre el Cáucaso y el río Vístula hace 5.000 años o más. Los hablantes de ese idioma migraron por todas direcciones en Europa e India, que es por lo que se llama Indo-Europeo.

Con el paso del tiempo, y al irse dispersando la población, el idioma fue cambiando, dando origen al proto-germánico, el proto-itálico, el proto-eslávico, etc. Estos a su ve se dividieron en idiomas, hasta llegar a la situación actual de idiomas de Europa e India.

Este árbol idiomático es el resultado de la reconstrucción usando el método comparativo del estudio lingüístico: comparar varios idiomas en una única familia, luego comparar los resultados entre familias para ir deduciendo cómo debía ser el original.

Los idiomas marcados con un punto (como por ejemplo, «•Hitita») están ahora muertos. Los idiomas antiguos se listan bajo la cabecera («Family») y («Subfamily») porque murieron cuando otras familias y subfamilias se estaban formando. Los que se extinguieron recientemente se listan como idiomas («Languages»). Los nombres de familias y subfamilias sin puntos son sólo agrupaciones teóricas que no se corresponden con idiomas cuya existencia esté documentada. Mucho de esta tabla son especulaciones al tratarse de idiomas antiguos de los cuales no hay evidencias claras.

tabla-pie-1

tabla-pie-2

La tabla es la de la versión de la página en 2006, que es mucho más vistosa y clara que la tabla que aparece en la página actual. Además, las páginas actuales relacionadas con esa están defectuosas, truncadas, y no lo han arreglado desde hace años.

Fuente: yourDictionary > The Indo-European Language Families.

Etiqueta: Idioma PIE.

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Epónimos (1): Vocabulario habitual

De la gran cantidad de epónimos que hay, algunos no lo parecen, y pasan desapercibidos como palabras «normales».

He recopilado unos cuantos epónimos llamativos copiando la definición del diccionario de la Real Academia de la Lengua (DRAE) y la persona histórica o personaje de ficción al cual se refiere. Sólo incluyo palabras presentes en el diccionario de la RAE. Total: 35 epónimos.

Atropina.

  • Definición: Alcaloide venenoso que se extrae de la belladona y se emplea en medicina para dilatar las pupilas de los ojos y para otros usos terapéuticos.
  • Origen: De Átropos, (en griego  Ἄτροπος, ‘inexorable’ o ‘inevitable’), una de las tres moiras de la mitología griega, que cortaba el hilo de la vida en los humanos.

Baquelita.

  • Definición: Resina sintética que se obtiene calentando formaldehído y fenol en presencia de un catalizador. Tiene mucho uso en la industria, especialmente en la preparación de barnices y lacas y en la fabricación de objetos moldeados.
  • Origen: De Leo Hendrik Baekeland, (1863-1944), químico belga que la sintetizó.

Bechamel.

  • Definición: Salsa blanca que se hace con harina, crema de leche y mantequilla.
  • Origen: De Louis de Béchameil, (1630-1703), financiero francés y gastrónomo aficionado que regentó el hotel de Luis XIV y perfeccionó la famosa salsa a partir de una receta antigua.

Boicot.

  • Definición: Acción de boicotear: Excluir a una persona o a una entidad de alguna relación social o comercial para perjudicarla y obligarla a ceder en lo que de ella se exige.
  • Origen: De Charles Cunningham Boycott, (1832–1897), el primer administrador británico a quien la población irlandesa boicoteó, por iniciativa de la Liga de Tierras Irlandesa, en 1880.

Bolsa.

  • Definición: Institución económica donde se efectúan transacciones públicas de compra y venta de valores, y otras operaciones análogas.
  • Origen: Del nombre de la familia Van der Bourse, en Brujas.

Braille.

  • Definición: Sistema de escritura para ciegos que consiste en signos dibujados en relieve para poder leer con los dedos.
  • Origen: De Louis Braille, (1809-1852), profesor francés.

Casanova.

  • Definición: Hombre famoso por sus aventuras amorosas.
  • Origen: De Giacomo Girolamo Casanova, (1725–1798), aventurero veneciano.

Chauvinismo, chovinismo.

  • Definición: Exaltación desmesurada de lo nacional frente a lo extranjero.
  • Origen: De Nicolas Chauvin, (c. 1780–¿?), soldado francés mítico condecorado por Napoleón. (más…)

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Epónimos: Índice

Un epónimo es una persona real o ficticia de la cual algo toma su nombre.

Las ciencias y la tecnología están llenas de epónimos: Constante de Planck, talón de Aquiles, regla de L’Hopital, algoritmo de Shor, teorema de Bayes, enfermedad de Parkinson, … pero también los hay en el vocabulario habitual, nombres de empresas, de grupos musicales, etc.

Mi interés por los epónimos está relacionado obviamente con mi interés por la Onomástica, (de la que ya he escrito alguna cosa).

Investigando algunos tipos de epónimos, voy haciendo listas de ellos:

1. Vocabulario habitual.
2. Hispanos.

Artículo relacionado: Onomástica: Índice.

Etiquetas: epónimo, índice.

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Palabras engañosas en inglés

Hay palabras en inglés que se escriben parecido a palabras en español pero con un significado distinto, y debido a esa semejanza se suelen traducir mal. He hecho una lista de las que conozco, ordenándolas alfabéticamente:

Actual: No significa «actual», sino «real».
Advice: No significa «aviso», sino «consejo».
Argument: Suele usarse significando «discusión» en vez de «argumento».
Artifact: No es «artefacto», sino «defecto» (tecnología).
Carpet: No es «carpeta», sino «alfombra».
Character: No es carácter en Psicología, sino en Informática (cada unidad de un mapa de caracteres).
Commercial: No significa «comercial», sino «anuncio» (como sustantivo).
Contestant: No es «contestatario», sino «concursante, oponente».
Deception: No significa «decepción», sino «engaño».
Desperado: No significa «desesperado», sino «bandido».
Exit: No significa «éxito», sino «salida».
Ingenuity: No es «ingenuidad», sino «ingenio, inventiva, maña».
Letter: No es «letra», sino «carta».
Lily: No significa «lila», sino «lirio» y «azucena».
Masonry: Suele significar «albañilería», no «masonería».
Notorious: Suele significar «de mala fama», más que «notorio» o «célebre».
Physician: No es «físico», sino «médico».
Pretend: Suele significar «fingir», no «pretender».
Remove: No es «remover», sino «quitar».
Resume: No es «resumir», sino «continuar».
Retreat: No significa «retratar», sino «retirarse» o «retroceder».
Soap: No es «sopa», sino «jabón».
Sensible: No es «sensible», sino más bien «razonable, sensato».
Sympathetic: No significa «simpático», sino «compasivo».

Actualizado: He descubierto que en Wikipedia hay una lista de palabras engañosas mucho más larga que la que he recopilado aquí, con el nombre que dice Alias en el primer comentario, «falsos amigos». Si lo llego a saber, me habría ahorrado la tarea de ir recopilándolos.

Ampliar información: Wikipedia > Falso amigo.

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Como sigo recibiendo muchas visitas buscando información sobre los números ordinales en inglés, he decidido finalmente que esas visitas encuentren lo que buscan, y no lo que ha sucedido hasta ahora, que se encontraban con los ordinales en español. No era mi objetivo inicial escribir sobre esto, sino sobre problemas difundidos en español, (como el déficit ortográfico o el desconocimiento y desuso de los números ordinales), pero ya que recibo visitas, que encuentren lo que buscan, porque recibir visitas para nada es tontería.

Función.

Los números cardinales expresan cantidad mientras que los ordinales expresan orden espacial o temporal. Son adjetivos.

Escritura.

A partir de 4th (inclusive), se escriben igual que los números cardinales, excepto en el final, que se añade al número cardinal alguno de los sufijos -th, -st, -nd y -rd, que sirve para transformar el número de cardinal en ordinal.

En la tabla no están puestos todos los números pero se pueden deducir a partir de los que hay: Sabiendo los números cardinales y mirando en la tabla los ordinales que van del 1º al 10º, el 21º, y las decenas (20º, 30º, 40º, etc.), se pueden formar todos.

De 1,100th a 1,900th se usa también, (en inglés americano): eleven hundred (1,100), twelve hundred (1,200), etc.

Se usa la palabra «and» para unir las partes de un número ordinal grande, igual que se hace con los números cardinales. Se usa la coma o un espacio en blanco para separar los millares.

Ejemplos.

  • 22º = Twenty-second.
  • 35º = Thirty-fifth.
  • 357º = Three hundred and fifty-seventh.
  • 1,237th = One thousand and two hundred and thirty-seventh.
  • 123,456,789th = One hundred and twenty-three million, four hundred and fifty-six thousand and seven hundred and eighty-ninth.

Artículo relacionado: Numerales: Números ordinales, etc.

Etiquetas: inglés, inventario, número, ordinal.

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Onomástica: Índice

La Onomástica es la ciencia que trata de la catalogación y estudio de los nombres propios. Es una parte de la lexicografía, la cual a su vez es una parte de la lingüística.

He investigado en algunos asuntos de onomástica:

1. Nombres teofóricos en español.
2. Afijos patronímicos (próximamente).

Artículo relacionado: Epónimos: Índice.

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He encontrado en un blog la siguiente enciclopedia de lingüística:

Keith Brown et al. – Encyclopedia of Language and Linguistics (2nd Ed.)

El título ya indica que está en inglés. Parece ser la mejor en lo suyo. Es la segunda edición (la última), del 27-12-2005. La estoy echando un vistazo y no me extrañaría que lo fuese, porque es completísima. Son 14 volúmenes todos integrados en un mismo fichero PDF.

Fuente: La Náusea (blog).

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La Onomástica es la rama de la lingüística que se encarga de la catalogación y estudio de los nombres propios. Últimamente le he tomado el gusto a leer e investigar sobre onomástica.

A la práctica de incrustar un nombre de un dios en un nombre propio se le llama teoforía (traducido del inglés; palabra no incluída en el diccionario de la Real Academia). Fue muy usado en la antigüedad en Oriente Medio y en Mesopotamia.

1. Biblia: El y Yahvé.

En español hay bastantes nombres de origen bíblico que usan el afijo «el», (casi siempre como sufijo y alguna vez como prefijo), que en hebreo significa «Dios» (el dios El, el principal dios ugarita, de la zona actual de Siria y Jordania, que se integró en la onomástica hebrea que pasó después al cristianismo). Suelen ser nombres de ángeles y arcángeles, aunque no siempre, y la mayoría de las veces, de género masculino.

Y como era de esperar:

  • No todos los nombres de origen hebreo incluyen el afijo «el», pero aquí me fijo sólo en esos.
  • No todos los nombres de origen hebreo que incluyen el afijo «el» tienen un significado relacionado con dios: Raquel, «oveja», o Abel.
  • No todos los que terminan en «el» son de origen hebreo: Fidel (latín, «fiel»), Anabel (italiano, Ana + Bella), Ángel (griego, «mensajero de Dios»), Arcángel (griego, «príncipe de todos los ángeles»), Manuel (latín, «Dios con vosotros», variante de Emmanuel, Imanol).

Es curioso que nombres como Ángel, Arcángel o Manuel, tengan un significado relacionado con Dios, terminen en «el» y sin embargo, el origen sea latino y no hebreo. Pero bueno…

Ariel: (masc. y fem.) «León de Dios».
Carmelo: (del monte bíblico Carmelo, Karem El), «viña de Dios».
Daniel: «Justicia de Dios».
Elías: «Mi dios es Yahvé».
Elisa: Dios ha ayudado.
Elizabeth: «Dios ha ayudado». Variante anglosajona de Elisa. Ver Isabel.
Eloy: El sublime.
Elsa: Combinación de Elisa y Elizabeth. «Dios da». Variante germana de Elisa.
Emmanuel: Variante de Manuel, Imanol. «Dios con vosotros».
Ezequiel: «Dios fortalece».
Gabriel: «Hombre de Dios» o «fuerza de Dios».
Isabel: «Promesa de Dios». Quizá del latín «Isis» (diosa egipcia) + bella.
Ismael: «Dios ha oído».
Israel: «El que lucha con Dios».
Mabel: Unión de María la elegida, la amada por Dios e Isabel «Baal es la salud».
Maribel, Maribela, Mariel: Nombre compuesto por Maria La elegida, la amada por Dios, e Isabel del hebreo «Baal es la salud».
Massiel: «La que baja de las estrellas».
Michel: «Dios es justo». Variante de Miguel.
Michelle: «Dios es justo». Variante de Micaela.
Miguel: «¿Quién es como Dios?». Nombre de un arcángel.
Nataniel: «Regalo del Señor».
Rafael: «Medicina de Dios» o «Dios ha obrado la salud». Nombre de un arcángel.
Samuel: «Dios ha oído».

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Los numerales son palabras que expresan números y pueden ser de cuatro tipos:

  • Cardinales.
  • Ordinales.
  • Fraccionarios o partitivos.
  • Multiplicativos.

Excepto los cardinales, los demás tipos de numerales son bastante desconocidos para casi todo el mundo, incluyéndome a mí, (este es un típico artículo para uso personal que aprovecho para hacer público).

1. Números cardinales.

Los números cardinales expresan cantidad: Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, …, infinito.

Todo el mundo los conoce, por lo que no hace falta añadir gran cosa. Sin embargo, hay información interesante y muy curiosa en el Diccionario panhispánico de dudas (1ª ed.): Números cardinales.

2. Números ordinales.

Los números ordinales expresan orden espacial o temporal.

Hay un gran desconocimiento de los números ordinales en español (al menos en España). No es raro encontrarse a periodistas decir cosas como «veinticinco aniversario» en vez de «vigésimoquinto aniversario». O hace poco, en un anuncio de TV, usaban el número cardinal «quince» en vez del ordinal «decimoquinto». Me apuesto algo a que la inmensa mayoría de la población no conoce más allá del 20º o del 40º. En cambio, en inglés, se usan con normalidad.

Y es una ignorancia sorprendente porque son unos números bien fáciles, y me he propuesto demostrarlo. Hay alguno de nombre raro, pero eso le da un «encanto» especial. ¿Hasta qué número sabes tú?. (más…)

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Introducción.

Si en «Resumen de ortografía práctica» el objetivo era resumir los conceptos más importantes de ortografía y exponer los errores más habituales, en este el objetivo es mostrar la lógica y el sentido que subyace a las reglas ortográficas, especialmente en lo referente al uso de la tilde, como instrumento para reforzar el énfasis en el lenguaje. También intenta mostrar el sentido que subyace a la más básica clasificación gramatical de las palabras (verbos, sustantivos, adjetivos, artículos, etc.).

Para tener buena ortografía, más que aprenderse mecánicamente unas reglas porque sí, es preferible entender porqué dichas reglas son como son, (en realidad, todo aprendizaje se basa más en entender que en memorizar). Por este motivo, pienso que este texto debería ser más ameno que el «Resumen de ortografía práctica».

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Resumen de ortografía práctica

1. Introducción.

El objetivo de este texto es doble:

  • Resumir brevemente y de manera práctica los conceptos más importantes, habituales y útiles de ortografía.
  • Exponer, también brevemente y de manera clara, los errores más frecuentes y/o llamativos que suelo encontrar habitualmente en Internet, y que he podido recordar según lo escribía. Posiblemente se me hayan olvidado algunos, que añadiré en cuanto sea consciente de ellos.

Mi texto inicial no contenía todas las ideas que me habría gustado escribir, pues siempre se olvidan algunas, pero en mi ayuda he usado la «Ortografía de la Lengua Española» de la Real Academia, la cual además me ha servido de utilidad para aclarar algunas dudas que tenía y aprender otras cosas.

Seguramente se podrá mejorar, pero no mucho sin hacerlo excesivamente largo, pesado e impráctico, por lo que he quedado bastante satisfecho del resultado final. 😀
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