Cuando se observa que la estrategia y los pasos de acción de la subversión del Nuevo Orden Mundial ha estado siempre motivada por razones geopolíticas desde hace siglos se confirma más aún (junto con las demás pruebas existentes), que es una conspiración para la conquista mundial.
Masonería.
Las dos ramas principales de la masonería son la inglesa y la francesa. No me creo que sea casualidad, y más bien pienso que el motivo es que la inglesa tenía la intención de dominar el país que representaba y controlaba la Europa imperial marítima y la francesa para dominar la Europa continental.
El otro país principal de la Europa continental, Alemania, detectó (por casualidad) y destruyó la conspiración de los Illuminati de Baviera. El otro país principal marítimo de Europa, España, había expulsado antes a los judíos.
Revolución Francesa.
El primer objetivo en el que tuvo éxito político el Nuevo Orden Mundial, y en donde puede situarse históricamente el origen, (dejando aparte el hecho de que los esfuerzos subversivos vienen de muchos siglos atrás), fue la conquista de Francia, por medio de la Revolución Francesa.
No fue casualidad que dicha revolución se organizara en Francia. Fue en dicho país porque era el más importante de la época. La prueba de que esto era así es que sólo unos años más tarde de la Revolución Francesa, con Napoleón en el poder, era necesaria una coalición del resto de países europeos para enfrentar a Francia en las guerras napoleónicas.
Y no fue una revuelta popular como la propaganda cuenta, sino una revolución preparada por la masonería. El objetivo fue invertir los valores morales, en los que se apoyaba el antiguo gobierno, la aristocracia, por los valores morales en los que se iba a apoyar y se apoya en la actualidad el poder del dinero, organizador de la subversión: Igualdad y democracia, por medio de su control de los medios de comunicación y el mercado.
Comunismo.
Los primeros objetivos del comunismo fueron Alemania y Rusia, los países más importantes de la Europa continental.
El primer intento fracasó en Rusia, pero no el siguiente, instaurándose la URSS. En Alemania fracasó, provocando el surgimiento del nacionalsocialismo como reacción a la propaganda comunista.
El siguiente objetivo fue China, el país más grande de Asia, de los más grandes del mundo y el que tiene más población.
No es casualidad que los objetivos hayan sido siempre los países más importantes del mundo en cada época: Francia, Alemania, Rusia y China. Es porque desde ellos se puede irradiar la ideología/propaganda y controlar al resto de países con el ejército o con el imperialismo económico.
La rusificación de la URSS y la nacionalización del comunismo chino que comenté en el primer artículo de la serie, han hecho cambiar la estrategia mundialista, que dejó de basarse en el control de grandes países con el comunismo y pasó a fomentar lo contrario, una red de bancos centrales privados, el poder empresarial multinacional en red para controlar el mundo.
Israel.
La creación del Estado de Israel en el lugar en donde está tiene también una motivación geopolítica.
La justificación histórica es falsa, pues siendo más del 90 % de judíos de Israel de etnia descendientes de los kazares, no hebreos, y por lo tanto, no semitas, no tienen derecho alguno a ocupar el territorio. Y aunque fueran todos hebreos tampoco, pues tras llevar siglos sin habitar el lugar no pueden pretender instalarse en el lugar a costa de los que viven ahí.
El motivo es que Israel ocupa un lugar muy importante estratégicamente: Un cruce entre Europa, Asia y África. Pero sobre todo, es un lugar cercano a fuentes de energía como son las del petróleo de Oriente Medio, (y gas natural de Afganistán), y una base de operaciones para el expansionismo en la zona, para el control de dichos recursos.
De hecho, había otras alternativas para crear Israel en otros sitios del mundo, (como en Patagonia), pero se desecharon por este motivo geopolítico, teniendo además la justificación histórica que podían usar propagandísticamente.
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